Las 5 cosas que hay que hacer en las vacaciones de mitad de semestre
Durante las dos últimas semanas, he estado saboreando un momento muy especial: las vacaciones de mitad de semestre. Estos descansos son preciosos para mí porque desde que comencé el programa Evening MBA allá por agosto de 2016, solo ha habido unas 16 semanas en las que no he tenido compromisos escolares. Entre las clases de ACE, Washington Campus y mi módulo internacional, he ocupado la mayor parte de mis “descansos” con otras actividades escolares. Esta vez, decidí disfrutar de un respiro muy necesario.
Como persona con personalidad de tipo A, me cuesta apreciar el valor del descanso. Suelo estar ansioso por realizar las tareas lo más rápido posible. Pero en este descanso, he intentado concentrar mi tiempo y energía en algunas prácticas rejuvenecedoras para descomprimir y volver a centrarme de cara a los dos últimos semestres del programa EvMBA. Así que, para todos los estudiantes actuales y futuros de Evening MBA, aquí van mis cinco recomendaciones para pasar las vacaciones de mitad de semestre:
Leer un libro por diversión
Durante el semestre, rara vez tengo tiempo para leer todas las lecturas asignadas de las clases, por lo que es casi imposible hacer hueco a alguna lectura personal. En estas vacaciones, me comprometí a leer al menos uno de los títulos de mi cada vez más larga lista de lecturas pendientes. Cogí “Start With Why” de Simon Sinek y lo terminé en dos vuelos. Fue refrescante darme cuenta de que mi primera elección de una “lectura de placer” trata sobre el liderazgo ético e inspirador, conceptos que se enfatizan en cada pasillo y aula de Goizueta.
Viajar
Aunque los profesores son bastante comprensivos cuando los estudiantes tienen que faltar a clase por motivos de viaje, es mucho menos quebradero de cabeza viajar durante las vacaciones semestrales. He tenido la suerte de que dos viajes de trabajo coincidieran con mis vacaciones de mitad de semestre, así que he pasado las dos últimas semanas en Monterrey (California) y Chicago (Illinois). Ha sido absolutamente maravilloso viajar durante estas pausas porque he podido centrarme en mis compromisos laborales y disfrutar de las vistas locales, en lugar de volver corriendo a la habitación del hotel para trabajar en los deberes o coger una llamada para una reunión de grupo. Si viaja con frecuencia, le animo a que intente viajar lo mejor posible durante las vacaciones de mitad de semestre.
Prioriza tu salud
Cuando estoy muy ocupada durante el semestre, mi salud es una de las primeras prioridades que se me escapan. Me salto los entrenamientos para terminar las tareas. No planifico las comidas y acabo improvisando una cena con los aperitivos de la oficina del programa. Así que, durante las pausas de mitad de semestre, intento restablecer rutinas saludables. Aprovecho las noches sin clases ni desplazamientos y paso más tiempo en el gimnasio. Redescubro comidas caseras nutritivas y congelo porciones extra para comerlas durante el semestre que tengo por delante. Espero que este verano pueda mantener estos hábitos saludables para darme el empujón de energía necesario para superar el semestre.
Reajusta tu enfoque
Cuando hay clases, inevitablemente me concentro en el trabajo del curso: las tareas individuales, las notas, los exámenes. En ocasiones, esta perspectiva estrecha me hace perder de vista el objetivo más amplio de mi MBA. Al tomarme un descanso del trabajo del curso, he tenido tiempo de reflexionar sobre lo que quiero conseguir durante el resto de mi programa. ¿Qué habilidades quiero mejorar antes de licenciarme? ¿Cómo quiero contribuir al programa EvMBA? ¿Qué profesores o compañeros quiero que sigan formando parte de mi red a largo plazo? Dedicar tiempo a plantearme estas preguntas generales me ayuda a entrar en un nuevo semestre con un renovado sentido de la determinación.
Descansa
Por último, pero no por ello menos importante, lo más importante que intento hacer durante las pausas de mitad de semestre es tomarme realmente un descanso. Me acuesto pronto y duermo hasta tarde. Saboreo las mañanas en el mercado agrícola y las tardes en la piscina. Voy al cine y veo televisión sin sentido (Food Network y Bravo, ¿alguien quiere?). Aunque mi monólogo interior podría criticar estas actividades “improductivas”, sé que estos momentos de relajación son bien merecidos tras unos años de duro trabajo.