Adaptación a la vida estudiantil, impacto de la comunidad en Goizueta
Volver a la universidad y adaptarse a la vida de estudiante después de 10 años es un gran reto al principio, pero con el tiempo se convierte poco a poco en una parte normal de tu vida. Estas son las principales cosas que he aprendido en mi viaje durante los últimos 14 meses en el programa EMBA de Goizueta:
- Aprendiendo a ser estudiante de nuevo
Como habían pasado 10 años desde mi último examen, realmente pensaba que aquellos días habían quedado atrás. Pero el sorteo de Goizueta fue demasiado y el pasado mes de septiembre tuve que volver a recordar cómo se hacen los exámenes. La memoria muscular se recuperó con el tiempo, pero es como revivir el primer día de colegio, sólo que como un profesional consolidado. Estás lleno de excitación nerviosa, consciente de impresionar a profesores y compañeros de clase con tu trabajo y tus experiencias vitales. Formar nuevos equipos con colegas de alto rendimiento y aprender a gestionar eficazmente los conflictos en equipo fue otro momento decisivo. Pero la oficina del programa hace un gran trabajo preparándote para estas experiencias y haciéndote saber qué esperar a medida que avanzas en el programa. - Relaciones con académicos y antiguos alumnos
Este fue un enorme e inesperado aspecto positivo del MBA para los profesionales en activo. Pasas a formar parte de la familia Goizueta. Y qué comunidad tan impresionante. No sólo se le proporciona acceso a los ejecutivos de gran éxito con la red de antiguos alumnos, sino también con una facultad dinámica y experimentada que tienen relaciones con muchas grandes organizaciones de todo el mundo. Se trata de un grupo de profesionales experimentados de los que se puede aprender mucho, con los que se pueden entablar relaciones y que constituyen otro gran ejemplo de las numerosas ventajas que ofrece el programa. - Conciliar la vida estudiantil con el trabajo
Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos en Goizueta es la siempre difícil búsqueda del equilibrio, especialmente cuando se trata de compromisos laborales y escolares. En Goizueta nos han enseñado muchas veces que la multitarea no es eficaz. Así que mi solución fue sencilla: centrarme por completo en la tarea que tenía entre manos. Cuando estaba en el trabajo, me concentraba completamente en él, y del mismo modo, cuando estaba en Emory, intentaba que el trabajo no me distrajera de los proyectos que estaba llevando a cabo. Hay días en los que esto es y sigue siendo un reto, pero este enfoque intencionado realmente te ayuda a rendir a un alto nivel en ambos códigos. - Crear una comunidad dentro de la cohorte
Como presidenta social de la clase de EMBA, quería hacer algo único que uniera más a la clase. Mi idea era una “serie Take 5” en la que cada compañero compartiera cinco minutos sobre su trayectoria vital hasta el momento. Lo que siguió fue una presentación tras otra, foto tras foto, de las vidas de compañeros de todo el mundo. Cada persona dio un paso adelante para contar una historia de vida más profunda y convincente. Los compañeros de clase compartieron sucesos trágicos junto con numerosas historias de éxito. La experiencia ha unido al grupo, y espero que las futuras cohortes puedan cosechar los mismos beneficios a medida que todos continuemos nuestros viajes vitales en los muchos años venideros.