El apoyo de la empresa, clave en un MBA
A medida que me acerco al ecuador de mi tiempo como estudiante de MEMBA, no podría haber llegado tan lejos sin el apoyo de mi jefe, mis compañeros de trabajo y mi organización. Tengo la suerte de trabajar para Emory, y no pasó mucho tiempo desde que empecé a trabajar en la universidad hasta que me picó el gusanillo académico. Estar rodeado de colegas brillantes y con talento que han distinguido carreras académicas pronto me motivó a empezar a explorar cómo desarrollar mis propias credenciales profesionales.
Cuando te plantees la posibilidad de cursar estudios de posgrado, la gente te dirá lo importante que es contar con una red de apoyo. Estoy de acuerdo en que los amigos y la familia son fundamentales, pero asegúrate de haber invertido tiempo en hablar con tu supervisor (y compañeros de trabajo, si procede). Explica por qué quieres comprometerte con los estudios de posgrado, cómo crees que afectarán a tu tiempo fuera del trabajo y cómo te ayudarán en última instancia a ser un mejor empleado.
Estoy increíblemente agradecida de tener un jefe que me apoya enormemente y ha sido uno de mis defensores más entusiastas durante todo este proceso. También tengo la suerte de trabajar con un equipo de compañeros muy unido, que me anima y es comprensivo.
Intento que el proceso sea lo más fluido posible para todos los miembros de mi oficina, y eso requiere ser sincero y franco sobre el tiempo que voy a estar ausente. Recuerdo mi primera semana de clase, cuando me di cuenta de que no podría mantener un horario de trabajo normal sin dejar de asistir a clase. Al final de mi primera semana, llamé a mi jefe y le dije: “Necesito reevaluar mi compromiso de tiempo fuera del trabajo y aceptar el hecho de que necesitaré alejarme más”. Me resultaba difícil admitir que esto iba a requerir más tiempo fuera del trabajo del que había previsto en un principio y que podría suponer una carga mayor para nuestro equipo. Pero estoy muy contenta de haber sido sincera, porque me ha facilitado mucho el proceso.
Si eres como yo, dejar ir puede ser un reto. Esté abierto a la posibilidad de que esta experiencia le enseñe a delegar, a gestionar su carga de trabajo fuera de la oficina y a comunicarse de forma más directa.
Comunícate en exceso con tu jefe y los miembros de tu equipo antes de la semana lectiva o si tienes un horario escolar muy cargado. Comunícate también después, aunque sólo sea para ver si hay algo que se te haya pasado por alto o en lo que puedas ayudar. Creo que es importante demostrar a tu jefe y a los demás miembros del equipo que reconoces la carga y, a veces, los inconvenientes que les supone. Un simple “gracias” llega muy lejos.
Desarrolle un sistema para hacer frente a emergencias o situaciones inesperadas. Tener un plan de respaldo te tranquilizará y te permitirá estar presente en la experiencia en Goizueta, que es increíblemente valiosa pero pasa rápido. Asegúrate de que puedes aprovecharlo al máximo.