Marriott Case Competition reta a los estudiantes de MBA a crecer profesionalmente
Ahora que estoy a más de la mitad de mis cursos para el Programa EvMBA, me estoy dando cuenta del poco tiempo que me queda para aprovechar las innumerables redes de contactos y oportunidades educativas que ofrece Goizueta. Este semestre me he propuesto “decir sí” al mayor número de oportunidades que pueda incluir en mi agenda: desde trabajar como becaria de Coaching de Liderazgo hasta asistir a las horas de oficina con los Ejecutivos en Residencia, pasando por participar en la Curso de Reacción del LíderDesde asistir a almuerzos con antiguos alumnos de Goizueta hasta ser emparejado con un antiguo mentor. Cada una de estas experiencias ha ofrecido oportunidades de desarrollo profesional que complementan mi aprendizaje en el aula.
Aunque todas estas experiencias han ampliado mi red de contactos y me han retado a crecer profesionalmente, mi experiencia extracurricular favorita de este semestre fue participar en el Concurso de Casos Marriott. Los concursos de casos suelen durar un día y en ellos los equipos de estudiantes analizan un reto empresarial, idean una solución innovadora y la presentan ante un jurado. Hace unos años, Mitch Levine, antiguo alumno de Goizueta y fundador del Club de Hostelería y Turismo de Goizueta, puso en marcha un Concurso de Casos Marriott. Este acto se celebra cada otoño e invita a estudiantes de la Goizueta Business School y de la Georgia Tech’s Scheller College of Business a abordar un problema empresarial relacionado con la hostelería.
Participé en el concurso de casos con un grupo de compañeros del Evening MBA. Como firmamos un acuerdo de confidencialidad con Marriott, no puedo revelar mucho sobre el contenido del reto. Sin embargo, me enorgullece decir que nosotros, el único equipo de MBA vespertino, acabamos ganando el concurso. No tengo ningún consejo o truco secreto para ganar un concurso de casos; sin embargo, sí quiero compartir algunas de las principales ventajas de participar en uno:
Probar una nueva industria
Cuando empezamos el concurso, mi equipo descubrió que ninguno de nosotros había trabajado nunca en el sector de la hostelería. Esta falta de experiencia específica en el sector nos dejó un poco abrumados: nos ponía nerviosos pensar que sólo podríamos hacer recomendaciones superficiales, mientras que colegas con experiencia en hostelería tendrían ideas más interesantes. Superamos ese contratiempo apoyándonos en marcos básicos de resolución de problemas y aprovechando nuestras experiencias como huéspedes de hotel para empatizar con la experiencia del cliente. Si alguna vez te ha puesto nervioso la transición a un nuevo sector, participar en un concurso de casos es un entorno estupendo y poco arriesgado para explorar algo nuevo.
Practicar el arte de mostrar elegancia bajo presión
Los concursos de casos suelen exigir a los equipos que analicen, innoven y presenten una solución en el transcurso de unas pocas horas. Esta aceleración puede estresar mucho a un equipo, y a veces la presión lleva a sus miembros a mostrar aspectos no tan glamurosos de su personalidad. Es difícil mostrar paciencia y trabajo en equipo en un entorno de ritmo acelerado. Personalmente, tiendo a volverme mandona cuando estoy estresada: mi lado más infantil y perfeccionista sale a relucir y empiezo a delegar (toser, toser: dictar) tareas frenéticamente para asegurarme de que las completamos a tiempo. En medio de esta presión, tengo que recordarme a mí mismo que esto es sólo un concurso: nadie se juega su puesto y no hay ninguna inversión financiera que dependa de nuestra recomendación.
Flexione sus músculos creativos
En nuestros trabajos cotidianos, solemos tener poca libertad para innovar. Los concursos de casos brindan a los participantes la oportunidad de soñar a lo grande e idear soluciones fuera de lo común, sin preocuparse demasiado por las limitaciones de recursos. Si aprovecha las oportunidades para poner a trabajar el lado creativo de su cerebro, es posible que esté más dispuesto a asumir riesgos y aplicar habilidades innovadoras para resolver problemas en su trabajo actual, o quizás a dar un salto de fe empresarial poniendo en marcha su propia empresa.
Más allá de estas ventajas, los concursos de casos son también una gran oportunidad para establecer contactos, practicar la oratoria y aumentar la confianza en uno mismo. Yo animaría a todos los estudiantes de MBA a participar en un concurso de casos o, mejor aún, a animar a su empresa a patrocinar uno. Gracias a Jeff Pearlman por organizar el Concurso de Casos Marriott de este año y ¡mucha suerte a los participantes del año que viene!