Reconozco que tardé más de un año en armarme de valor y apuntarme a esta formación. Está totalmente fuera de mi zona de confort, lo que representa un ejemplo perfecto de por qué solicité el programa MBA: para “zambullirme de cabeza” en lo desconocido, lo ambiguo y lo incómodo, con el fin de crecer personal y profesionalmente.
Mi oficina se trasladó hace poco del centro de la ciudad a las afueras, así que ahora, en un día lectivo normal, paso más de dos horas en el coche desplazándome entre el trabajo, la escuela y casa. No es lo ideal, pero por suerte he encontrado un puñado de podcasts que me mantienen intelectualmente ocupado mientras lucho contra el tráfico de Atlanta.
Corazón acelerado. Caminando hacia el Career Management Center, vestido, carpeta de Goizueta en mano, sonrisa de oreja a oreja. Esperando pacientemente en el sofá, con el corazón todavía acelerado. Entrando en la oficina silenciosa, sentado frente a un completo extraño que está aquí para evaluar cada una de mis palabras.
La mañana del 1 de agosto llegué al Ala Este de la Escuela de Negocios de Goizueta para comenzar mi primer día en el Programa de Maestría en Ciencias en Análisis de Negocios, como miembro de la clase inaugural.
Hay una cosa que creo que se mantiene fiel a la búsqueda de carreras de MBA para los estudiantes de Goizueta en todas las industrias, funciones y programas: el apoyo comienza antes del primer día.
¡Feliz octubre! Ahora que ha comenzado el semestre de otoño, la temporada de reclutamiento está en pleno apogeo aquí en Goizueta.
Son las 8 de la tarde de un martes: hora de hacer los deberes antes de dormirse con Netflix. Pero esta noche no voy a estudiar en la biblioteca ni en mi despacho. En cambio, estoy en el pasillo dos de mi Kroger local, mirando las selecciones de mostaza.
El tiempo apremia cuando se trabaja a tiempo completo y se estudia por la noche. ¿Cómo puede estar al tanto de todo? En este blog, he recopilado algunos consejos de mi paso por el programa para gestionar las distintas exigencias de forma eficaz.
