SERIE SEMESTRE: GISELLE BARRERA – Fin del primer semestre y “Cena con el decano”
El primer semestre de mi MBA en Goizueta fue probablemente uno de los períodos más ocupados y desafiantes de mi vida. Todos los cursos básicos son tan intensivos en contenido que es difícil procesar toda la información que recibe a la vez. También se está adaptando a trabajar con gente nueva y a establecer contactos con empresas, averiguar cuál es el trabajo de sus sueños y luego trabajar muy duro para conseguirlo.
Pero después de que terminan los exámenes finales y tienes unos días de paz, miras hacia atrás y te das cuenta de cuánto puedes lograr en un período tan corto de tiempo, y esto es posible porque te sacan de tu zona de confort. El primer semestre te empuja a superar ese punto de ruptura cuando crees que estás demasiado cansado, que has quemado tu último combustible o simplemente quieres volver a casa. Sus compañeros de equipo, sus profesores, la gente de la oficina del programa e incluso los de segundo año lo presionan, quienes le dirán: “¡Aguanta! ¡Lo tienes!” cuando pueden verlo en su cara que el semestre principal le está pasando factura. Y una vez que miras hacia atrás y te das cuenta de que lo hiciste, es una gran sensación.
El final del semestre en Goizueta trae muchas actividades divertidas, desde la “Sección Feud”, donde podemos votar por nuestros compañeros que tienen “más probabilidades de…” lograr ciertos hitos. Las opciones van desde quién será el primer millonario hasta quién es la persona más amigable de nuestra clase.
Además, una de las actividades en las que pude participar fue la “Cena con el decano” del programa MBA de tiempo completo. A principios del semestre se nos pidió que nos inscribiéramos si nos gustaría participar en este evento en el que cenaríamos con el decano Brian Mitchell y un pequeño grupo de otros estudiantes. Participé la semana pasada en una cena en la que yo y otros 5 estudiantes de Goizueta pudimos hablar sobre lo que teníamos en mente y conocernos mejor al Dean Brian ya los demás. Hablamos de muchos temas, desde cursos de Práctica de gestión y colocación laboral para estudiantes hasta puros y nuestras películas favoritas. En general, fue una conversación muy divertida y relajada, y una de esas grandes interacciones que puede tener cuando asiste a un programa de MBA tan pequeño como el nuestro.
Antes de salir de Atlanta para visitar a mi familia durante las vacaciones, me despedí de mis compañeros de clase y me di cuenta de cuántos buenos amigos había hecho este último semestre. Realmente ha sido un viaje de aprendizaje; no solo por lo académico sino también por las experiencias de vida que he podido compartir con la comunidad de Goizueta.